17 de enero de 2016
Por nuestra experiencia, pocas personas tienen claro cómo funcionan las tarjetas revolving. Las entidades financieras suelen ofrecer información y contratos poco transparentes y en su búsqueda de rentabilidad no les interesa que los usuarios comprendan cuáles son las condiciones y obligaciones a las que se someten con este tipo de tarjetas.
Es importante saber cómo funcionan las tarjetas revolving para evitar problemas financieros y económicos. Por eso, en este artículo te explicamos lo que necesitas saber sobre las formas de pago, las tasas de interés y el riesgo que implica su uso.
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La tarjeta revolving es un tipo de tarjeta o préstamo con la que se pueden realizar compras y pagar el importe en plazos, de forma muy parecida a como se hace con las tarjetas de crédito tradicionales. Sin embargo, existen diferencias significativas en torno a las formas de pago, ya que en algunos casos, por el tipo de contrato revolving, sólo se puede hacer en cuotas mensuales.
Otra de sus características es que este tipo de tarjetas tienen unas tasas de interés que suelen ser muy altas, tanto que el mismo Tribunal Supremo ha tenido que intervenir para evitar que las entidades financieras incurran en usura.
Antes de que se regularan por los Tribunales, los contratos de las tarjetas revolving eran poco transparentes y los usuarios desconocían el coste financiero al que se debían someter por el uso de la tarjeta. Muchas personas al utilizarlas cayeron en trampas financieras, porque la deuda se extiendía más allá de sus capacidades y terminaron pagando intereses durante años. Algunas deudas, dado su elevado interés, se convertían en perpetuas de forma que nunca disminuyen.
Estas tarjetas funcionan a través de un sistema de crédito que en la mayoría de los casos no se ajusta al nivel de liquidez que tiene una persona, lo que puede derivar en que se consuma por intereses mucho más de lo que se amortiza, generando un permanente aumento de la deuda del que puede ser muy difícil salir.
Como ya mencionamos, la forma de pago de las tarjetas revolving es diferente al de una tarjeta de crédito convencional y quienes las utilizan tienen que escoger entre pagar un porcentaje del saldo pendiente cada mes o pagar cuotas fijas que varían de acuerdo a unos máximos y mínimos establecidos por la entidad que emite las tarjetas.
En cualquiera de las opciones, se termina abonando sólo una pequeña parte de la deuda porque en cada cuota se incluyen altos intereses y comisiones por el uso de la tarjeta.
Esto quiere decir que aunque parezca que se paga de forma cómoda, porque no se tiene que abonar el total de los consumos y las cuotas son pequeñas, el saldo pendiente no disminuye como en un préstamo tradicional por los elevados intereses, algo que en el largo plazo tiene efectos negativos. La flexibilidad de pago puede parecer una ventaja, pero en realidad es una de sus principales amenazas.
Saber cómo funcionan las tarjetas revolving es sumamente importante, ya que te puede evitar problemas financieros. Para seguir profundizando en el tema, pasemos a ver cuál es la tasa de interés que sufren quienes utilizan las tarjetas revolving para hacer sus compras.
Las tarjetas revolving tienen una tasa de interés mucho más alta que cualquier otro crédito y se acumulan con facilidad si no se paga la totalidad de la cuota. En muchos casos, la tasa anual equivalente (TAE) de estas tarjetas supera el 30%, por ello también se dice que las tarjetas revolving tienen prácticas abusivas.
En cualquier caso, cada tarjeta es un mundo, resultando importante disponer de asesoramiento legal especializado para poder conocer todas sus cláusulas. En nuestro despacho hemos visto tarjetas y préstamos con TAEs superiores al 500%, lo que resulta claramente usurario y abusivo.
Estas tasas no siempre quedan claras para el cliente y muchas entidades utilizan todo tipo de trucos para no informar claramente de las condiciones del préstamo. La falta de transparencia al momento de firmar el contrato es precisamente una de las críticas más comunes a las tarjetas revolving.
El desconocimiento de los usuarios y el interés de las entidades financieras de obtener alta rentabilidad a toda costa son algunos de los factores por los que el uso de las tarjetas revolving implica tantos riesgos.
En este apartado te comentamos por qué es importante que entiendas cómo funcionan las tarjetas revolving y cuáles son los factores que debes tener en cuenta.
La mayoría de las personas no saben cómo funcionan las tarjetas revolving, no por falta de interés, o porque se trate de un concepto muy complicado, sino porque las entidades financieras que las ofrecen no les brindan a los usuarios toda la información que necesitan.
Esto puede suceder porque el uso de las tarjetas revolving les genera elevados ingresos en concepto de intereses y comisiones.
Quienes utilizan las tarjetas revolving corren el riesgo de pagar mucho dinero en intereses, ya que las tasas de interés de estas tarjetas son muy altas y cuando se paga el mínimo o se incumple con una de las cuotas mensuales, se generan intereses adicionales desproporcionados. En el largo plazo los intereses de pago se van acumulando y la deuda resulta muy difícil de pagar.
Si estás teniendo problemas con una tarjeta revolving, debes saber que tienes la oportunidad de reclamar para poner fin al contrato, cancelar la deuda y, en su caso, salir del fichero de morosos. Todo depende del tipo de contrato y de las normas que se haya saltado la entidad financiera con la que adquiriste la tarjeta.
Las reclamaciones se suelen hacer porque la entidad no explicó el funcionamiento de las tarjetas revolving, sin mostrar claramente cuáles eran las condiciones de uso de la tarjeta o incumplió algunas de las cláusulas del contrato.
También es posible reclamar si el TAE es superior al 25%, o los contratos no superan el control de transparencia. Lo importante es que sepas que tienes derechos y que cuando las entidades financieras utilizan ciertas prácticas para lucrarse a costa de sus clientes, es posible defenderse.
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